Cubismo
Muchacha con mandolina de Pablo Picasso - 1910
Este estilo se caracteriza por la descomposición de las figuras en formas geométricas, que luego se reordenan de manera semejante a un puzzle. Las estructuras geométricas fragmentadas semejan ser como un espejo o cristal roto. Los objetos aparecen descompuestos por efecto de los múltiples puntos de vista. La atención se centra en el objeto, pero solo en su forma, no en su color, por eso hay cierta tendencia a la severidad cromática, con el uso de los ocres y los grises. El fondo y las figuras se unifican en su tratamiento, acentuando así el carácter autónomo del cuadro, lejos de la ilusión de profundidad de la perspectiva tradicional. También se produce la pérdida de la noción de volumen. Es un estilo austero y anti-ilusionista.